Andorra es famosa, entre otras muchas cosas, por su amplio eje comercial de gran tradición y su estratégica formación montañosa que ronda los 3.000 metros de altitud; sus esplendidos valles y un histórico patrimonio arquitectónico, la convierten en un pequeño estado con posibilidades turísticas grandísimas. Estaciones de esquí de referencia europea con más de 300 kms de pistas, rutas de senderismo, complejos termales, espectaculares paisajes, deportes, aventura, excursiones por Andorra y turismo rural transforman esta región un destino que reúne en sus 468 km² una increíble variedad de atractivos que se despliegan tanto en invierno como en verano, dos caras de una misma moneda compuesta por una imponente belleza natural.

Las excursiones en Andorra son una auténtica maravilla para los sentidos por su gran variedad y abanico de posibilidades: desde paseos en familia a rutas de alta montaña, pasando por tranquilos y relajantes paseos, aptos para todos los miembros de la familia.

Excursiones Andorra

Excursiones de Senderismo en Andorra

La Ruta del Ferro (ruta del hierro)

Es un viaje por el importante pasado minero de Andorra y un homenaje a la forja (la fragua) y las herrerías pre-industriales movidas por el agua presentes en casi todo el Pirineo hasta bien entrado el S.XIX. La Ruta del Ferro se encuentra en la parroquia de Ordino y es una combinación única de paseo etnográfico, rural y de senderismo por algunos de los rincones naturales más bellos y accesibles de Andorra. Un plan perfecto para toda la familia y sin apenas pendiente.

Siguiendo el Camí Ral que va paralelo al río Valira d’Orient la ruta empieza en la antigua mina de hierro de Llort (de 30m de profundidad, puede visitarse con guía en verano) hasta el núcleo de la Cortinada con un total de 4,2 kms. El recorrido pasa por una zona de picnic y un bonito parque de esculturas contemporáneas. Una de las recompensas del paseo es poder contemplar la preciosa iglesia románica de Sant Martí de la Cortinada

Pic Comapedrosa

En Arinsal, incluido en el término de la parroquia de La Massana, se encuentra el pico más alto de Andorra, con casi 3.000 metros de altitud, El pico Comapedrosa. Su ascenso, aunque no implica ninguna dificultad técnica, es largo y requiere una buena preparación física debido a la fuerte caída (aproximadamente 1400 mts). La ruta se encuentra en el Parque Natural de Comapedrosa, y tarda entre 4 y 5 horas llegar a la cima, pero un refugio intermedio, vigilado de junio a octubre, permite dormir y comer allí en buenas condiciones.

La vista es espectacular sobre los valles circundantes y se extiende desde el macizo de Aneto hasta el Canigó. Asimismo, en invierno, esta escalada se ha convertido en un clásico del esquí de travesía.

Camino de Prats en Engolasters

Una ruta de montaña fácil para disfrutar de Andorra en el verano. Tiene 12 km de longitud y muy poco desnivel, ideal para pasar una mañana o una tarde de senderismo en familia o con amigos.

El recorrido se inicia en el pueblo de Prats (Canillo) y dura unas 4 horas, a lo largo de las cuales se pasa por las parroquias de Canillo, Encamp y Escaldes-Engordany.

Todo el trayecto está equipado con puntos de agua y lugares de descanso, permitiendo al mismo tiempo disfrutar de espectaculares vistas panorámicas, zonas boscosas y de las capillas románicas de Sant Miquel de Prats y de Sant Miquel de Engolasters.

Vall D’incles

Uno de los parajes más bellos y desconocidos de Andorra. De origen glaciar, en la parroquia de Canillo, se encuentra la joya de la Vall d’Incles. Para adentrarse en él hay que dejar el coche y tomar el autobús eléctrico BusNet en Sordeu-Tarter y empezar en el Puente de la Baladosa.

Se trata de una excursión suave y muy agradable para toda la familia que toma poco más de una hora y transcurre por una pista forestal con muros de piedra seca entre una sinfonía de prados y pastos, salpicada por bordas tradicionales, casas de piedra y alguna iglesia.

Al ascender y atravesar el río Incles por el Camí l’Obac, la senda nos recompensa con un idílico paisaje abierto de abetos y pinos negros hasta llegar a la preciosa área de picnic del Travenc.

Vall de Sorteny

El Parc Natural Vall de Sorteny es la mayor área natural protegida de Andorra. Con una extensión de 1.190 hectáreas, cuenta con una gran riqueza natural que la ha convertido en un lugar centro de investigación científica y educación ambiental. Esta excursión circular con inicio y final en la parroquia de Ordino, uno de los pueblecitos más conocidos y bonitos de Andorra, transcurre por preciosos senderos, se trata de un itinerario asequible, totalmente ideal para hacerlo en familia y una magnífica oportunidad para conocer la extraordinaria belleza y diversidad de la flora y  fauna de la zona.

Entre las especies de fauna que pueden llegar a verse están el rebeco, la marta o el tritón pirenaico y como flora una variedad de más de 650 especies de flores.

Andorra en Invierno

Excursiones Andorra Invierno

Transportándonos a la Alta Edad Media, Andorra nos ofrece paisajes naturales e históricos de ensueño y se destaca notablemente como un destino para un viaje invernal.

Si bien la práctica de largas caminatas y paseos a pie se dificultan en esa temporada del año, lo cierto es que en Grandvalira se cuenta con la posibilidad de disfrutar del trekking con raquetas y la oportunidad de llegar andando a lugares a los que en invierno es complicadísimo acceder. A pesar del increíble esfuerzo físico que supone, el mayor premio es contemplar ángulos fascinantes de un paisaje que durante el invierno se viste de gala para sus espectadores.

Asimismo, en el sector Pal-Arinsal (y también en Pas de la Casa) hay circuitos preparados para dejarse llevar por las emociones y unos cuantos perros de raza nórdicos que te guiarán por senderos completamente nevados. La sincronía con la naturaleza es total y la emoción está garantizada.

Por último, un motivo para viajar y disfrutar de excursiones por Andorra en cualquier época del año, haga Sol, nieve o truene es salir a conocer las joyas románicas que jalonan valles y desfiladeros. La peculiaridad del románico de los Pirineos, largos campanarios y minúsculos vanos que apenas dejan entrar luz al interior de un tempo sesgado por el viento de los siglos, nos obliga a detenernos a admirar un buen número de iglesias vestidas con muros oscuros y mangas de sencillez, entre ellas la reina de Andorra, Santa Coloma.